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  • Foto del escritorMaría Espinosa

¿Tenemos derecho a decir No?

Uno de los recursos con los que contamos las personas para gestionar nuestro día a día son las habilidades de comunicación.


Constantemente, aunque no sea nuestra intención, estamos comunicando. Hasta el silencio comunica.


Somos seres sociales, por lo que desarrollar unas buenas habilidades comunicativas es un pilar fundamental para percibirnos con recursos de afrontamiento y, por lo tanto, potenciar la sensación de seguridad en uno mismo.


Aunque, en gran medida desconocidos, somos poseedores de una serie de derechos asertivos, que, en mayor o menor medida, cada uno de nosotros ponemos en marcha para desenvolvernos con los demás.


¿Se te ocurre alguno? A continuación, enumero algunos ejemplos que pueden servirnos para valorar si, estamos respetando nuestros propios derechos, los de los otros, ambos o ninguno. Te invito a que te pares en cada uno de ellos y analices cómo te comunicas.





Tenemos derecho a…

  • Decir No

En general, no nos gusta, ni recibir un No, ni tener que decirlo. Es importante tomar conciencia de si sabemos decir No. Poner límites es vital para sentirnos bien con nosotros mismos y tener un funcionamiento psicológico saludable.

Es cierto, que hay personas con las que nos es más fácil que otras. Empieza practicando con aquellas con las que te cueste menos y, progresivamente, puedes ir generalizando al resto.

Recuerda, cuando tú decidas que el No es la respuesta que quieres dar, y que es la decisión que más beneficiosa puede resultarte. No siempre es así.

  • Hacer peticiones

Este es otro de los puntos negros que también suele resultar muy difícil de emprender. Como personas, tenemos todo el derecho a pedir a los demás aquello que necesitamos. Por ejemplo, a pedir ayuda, cambio, apoyo …

Lo que suele suceder, es que tendemos a configurar a nivel mental, lo que el otro pensará de nosotros, si le molestaremos, a anticipar su respuesta… En la otra persona se sitúa la responsabilidad de aceptar o rechazar dicha petición, tenlo en cuenta.

  • Expresar lo que no nos gusta

Cuando una persona, una situación, una temática o un comentario que nos hacen nos desagrada, es nuestro derecho ponerlo encima de la mesa si consideramos que es importante para nosotros en ese momento.

  • Escuchar y ser escuchados

Respetar los turnos de palabra en una conversación, es algo que nos enseñan desde muy pequeños. Juegos como el cucú tras transmiten la idea del ritmo que siguen las conversaciones cuando somos más mayores.

  • Exponer la propia opinión


Participar de forma activa en un diálogo y proponer nuestro propio criterio, también es un derecho que fomenta la autovaloración personal.

Estos, entre muchos otros, configuran el listado de derechos asertivos que es importante que conozcamos e intentemos poner en marcha, con el objetivo de desarrollar al máximo nuestros recursos y herramientas personales.

Obsérvate y practica. Si crees que no tienes unas buenas habilidades comunicativas, o que esto, te está generando dificultades en tu día a día y a la hora de solucionar problemas, ponte en contacto con los profesionales de Meissa Bienestar, te ayudaremos en lograr tus objetivos.



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